app-covid-conversia-shutterstock_1712350618Una de las controversias generadas por la utilización de apps de rastreo para controlar la expansión de la Covid-19 en el mundo es la vulneración de la privacidad y la protección de datos de los usuarios que tienen instalada esta aplicación en sus dispositivos. En este post de Conversia te explicamos el caso noruego.

Una app que pone en riesgo la privacidad por el uso del GPS

El Instituto Noruego de Salud Pública (FHI) ha anunciado que dejará de recopilar datos a través de la aplicación de rastreo Smittestopp (freno a la infección). Esta app fue lanzada al mercado el 19 de abril con dos objetivos: notificar a los usuarios si han estado cerca de una persona infectada y permitir a las autoridades monitorizar el movimiento de población. Sin embargo, el pasado viernes 12 de junio, la Autoridad Noruega de Protección de Datos (Datatilsynet) advirtió a las autoridades sanitarias noruegas que debía detener este tratamiento de datos personales a través de la app.

Según la Datatilsynet, “en función de la situación actual, menos grave, con una baja incidencia de infecciones, y un logro deficiente de los objetivos de detección y de la evaluación de medidas preventivas, ya no consideramos Smittestopp como una intervención prioritaria sobre la privacidad del usuario individual”. Desde la Autoridad señalan que “el FHI puede continuar recolectando datos si lo hace de una manera justificada con respecto a la privacidad de los usuarios. La prohibición temporal no significa que la aplicación desaparezca definitivamente”.

El punto crítico que destaca la Autoridad de Protección de Datos noruega es el uso del GPS para recopilar los datos de ubicación de los usuarios. Según señalan, en la actualidad “la intervención es mayor de la necesaria. Con el GPS, el FHI puede monitorear el patrón de movimiento de los usuarios, además de recopilar información sobre sus contactos con otros usuarios de la aplicación. Dependiendo de cuántas personas la descarguen y usen, el monitoreo puede realizarse a gran escala. Todo eso va contra las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y el Supervisor Europeo de Protección de Datos, al producirse una gran interferencia en la privacidad de las personas”.

Mejorarán la aplicación en términos de protección de datos

Por su parte, el Instituto Noruego de Salud Pública (FHI) entiende la necesidad de eliminar los datos y detener el rastreo, a pesar de que no acaba de estar conforme con la medida. La directora del FHI, Camilla Stoltenberg, afirma que “la aplicación es importante en la preparación para emergencias en la situación actual. Con la suspensión, debilitamos una parte esencial del trabajo, porque perdemos tiempo en desarrollar y probar la aplicación”. Desde el organismo defienden que la prevención de infecciones de la app compensa la interferencia en la privacidad de los usuarios y esperan que la aplicación se pueda relanzar pronto ya que la consideran “una herramienta muy importante para el futuro”. Asimismo, ya han comunicado la voluntad de mejorar la app para poder utilizarla de nuevo.

El desarrollo de la aplicación noruega costó casi 300.000 euros y ha sido descargada 1,6 millones de veces, con 600.000 usuarios activos (el 14% de la población) según las cifras del FHI.

 

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