Existe una gran cantidad de “apps” que no disponen de controles suficientes para velar por la seguridad de los datos de los menores.
Según un artículo publicado en el diario ABC, la compañía de seguridad informática Panda Security, asegura que prácticamente la mitad de las aplicaciones móviles infantiles suscitan serios interrogantes tanto sobre el tratamiento de los datos personales del menor, como los datos que recogen y el modo en que se comparten a terceros.
¿Qué dicen las agencias de protección de datos?
Agencias de protección de datos de 29 países y organizaciones supranacionales de todo el mundo han realizado una investigación en el marco de la Global Privacy Enforcement Network (GPEN) que demuestra que, el 41% de las aplicaciones y páginas web analizadas presentan algún aspecto preocupante.
Datos más relevantes sobre la investigación de apps y webs
Un 67% de apps recopilan datos personales de sus usuarios como, por ejemplo, las direcciones de correo electrónico. Además, la mitad de éstas, comparte dichos datos con terceros, como empresas publicitarias.
La investigación también desvela que algunas apps ofrecen al menor la posibilidad de introducir su número de teléfono o compartir fotos y vídeos.
El 31% de estas plataformas carece de controles que limiten la recolección de datos de los menores. Y solo un 24% cuentan con la involucración de los padres para que actúen como filtro.
Lo más negativo de todo esto es que el 71% de las apps dificulta eliminar la cuenta o parte de los datos personales que el menor haya podido introducir.
Herramientas para solucionar este problema de protección de datos
Afortunadamente, los investigadores han encontrado algunas herramientas que pueden solventar el problema. Opciones como paneles de control parental, usuarios y avatares predefinidos, avisos que alertan del momento en que el menor intenta introducir información personal, etc., prestaciones todas ellas que pueden contribuir a aportar mayor seguridad a los menores a la hora de hacer uso de estas apps.
Apple y Google, han tenido que pagar cantidades multimillonarias a este organismo por haber permitido que los niños realizasen compras en sus tiendas virtuales sin el permiso de sus padres.
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