Decía mi bisabuelo en la década de los setenta “que el mundo se había vuelto loco” al ver los primeros turistas que llegaban a la costa y que las carreteras se llenaban de coches. No me quiero imaginar qué pensaría si levantara la cabeza y viera que su Documento Nacional de Identidad, rellenado a máquina y plastificado posteriormente, podría ser remplazado  por una cosa intangible dentro de un teléfono que te llevas a cualquier sitio. Y es que la Unión Europea está preparando una cartera de identidad digital válida para todos los Estados miembro. En este post de Conversia te damos más información.

Una cartera de identidad digital como alternativa a la de Apple y Google

La Comisión Europea ha anunciado su intención de crear una cartera electrónica de identidad digital en la que los ciudadanos europeos podrán guardar sus datos de identidad, así como otros documentos oficiales como el permiso de conducir, su número de cuenta bancaria o las titulaciones universitarias. Este “monedero” permitiría a cualquier ciudadano europeo poder identificarse digitalmente de forma fácil en cualquier país de la UE, ya sea para abrir una cuenta bancaria, declarar impuestos, alquilar una vivienda o inscribirse en una universidad. En este sentido, la vicepresidenta europea responsable del área Digital, Margrethe Vestager opina que “la identidad digital europea nos permitirá hacer en cualquier Estado miembro lo que hacemos en el nuestro sin costes adicionales y con menos barreras».  

Asimismo, la medida se plantea como una alternativa a los monederos digitales ofrecidos por empresas privadas como Apple y Google, que plantean cierta preocupación entorno a la privacidad y la protección de datos de sus usuarios. Según Vestager, la cartera electrónica planteada por Bruselas “permitirá que los ciudadanos puedan controlar qué información comparten con terceras partes y hacer un seguimiento de los mismos”.

De uso voluntario para los ciudadanos y obligatoria para algunas compañías

De momento la CE no ha especificado detalles técnicos sobre la aplicación, pero se ha aclarado que su uso será voluntario para todos los ciudadanos, residentes y empresas de la UE, y no sustituirá a los carnés de identidad electrónicos que emiten ya muchos países comunitarios, entre ellos España.

La nueva identidad digital será emitida por los propios Estados o por entidades privadas que hayan sido autorizadas por los Gobiernos y las administraciones públicas. Además, la UE obligará a algunas empresas y grandes plataformas digitales a aceptarla como forma de autenticación, concretamente aquellas que tengan más de 45 millones de usuarios, es decir, el 10% de la población de la Unión Europea. Del mismo modo, también se impondrá a aquellos sectores que exijan un alto nivel de autentificación para sus usuarios (transporte, energía, servicios bancarios y financieros, seguridad social, salud o telecomunicaciones).

A finales de 2022, pruebas piloto

Ahora los Estados miembro disponen de poco más de un año para trabajar en el diseño y los estándares técnicos de esta identidad digital. En octubre de 2022 está previsto que se publique la caja de herramientas y se inicien proyectos piloto. Una vez entre en vigor la regulación, los Estados miembro tendrán un año para empezar a emitir estos certificados. 

A pesar de que en 2014 se aprobó el Reglamento (UE) 910/2014 relativo a la identificación electrónica y los servicios de confianza para las transacciones electrónicas en el mercado interior, la normativa no obliga a los Estados a emitir DNI electrónicos ni a regular el uso de aplicaciones móviles, hecho que ha generado muchas discrepancias entre países. En la actualidad, la mitad de los países (14 de 27) emiten documentos de identidad electrónicos, pero no son reconocidos en el resto de Estados porqué la comunicación entre sí es complicada técnicamente.

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