Hombre tecleando protegiendo su protección de datosLa Ley de Enjuiciamiento Criminal (1988) no consideró la posibilidad de que pudiera haber pruebas de un delito en los sistemas de comunicación telemática (ordenadores personales, teléfonos inteligentes, etc.). Por esta razón, después de meses de negociación, acaba de publicarse una reforma que atañe a la protección de datos y que se basa en establecer coherencia entre la legislación y los tiempos que vivimos, por lo que a nuevas tecnologías se refiere.

El espionaje informático se vuelve legal

Por lo tanto, a partir de ahora, priorizando la caza de delincuentes sobre la protección de datos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, podrán utilizar (con orden judicial) balizas de posicionamiento, troyanos, software para espionaje informático, sistemas de escucha y videovigilancia, para descubrir cualquier actividad delictiva.

El BOE expone que los nuevos sistemas de comunicación “proporcionan poderosas herramientas de investigación a los poderes públicos”. Aunque, los adversarios a la reforma la han denominado como “Ley Torquemada”, ya que creen que limita la libertad en Internet.Según las declaraciones que el abogado especializado en Internet, Carlos Sánchez-Almeida, hizo al diario El Mundo, su preocupación se centra en la histeria colectiva por el uso de Twitter y la criminalización de la libertad de expresión de las redes sociales. El abogado también añade:“es una medida muy intrusiva. A partir de ahora, por una injuria en una red social, en lugar de llamar a declarar a la persona, se puede encontrar con el ordenador pinchado”.

¿La importancia de combatir la delincuencia informática o la protección de datos?

El Ministerio de Justicia ha explicado a El Mundo que es necesario combatir la delincuencia informática con medios informáticos, pero también asegura que los jueces no van a autorizar estas medidas si se considera que es posible realizar la investigación de los hechos por otras vías que no afecten a los derechos fundamentales de la persona.

Así que los agentes podrán hacerse pasar por otra persona para conseguir la información que necesiten.