Un lobby tecnológico encabezado por Microsoft, Nokia y Oracle está presionando a la Comisión Europea para que restrinja la distribución de software libre, alegando que ello afecta a la libre competencia. Esta batalla contra el software libre viene de lejos. En 2002, la UE comenzó la llamada independencia informática de Microsoft, al apostar por sistemas operativos alternativos al del gigante estadounidense y que garantizaban un ahorro millonario para las arcas de cada Estado miembro.

En 2013 la batalla continúa y ahora el lobby que lidera Microsoft, que se hace llamar FairSearch y que agrupa también a varios proveedores de servicios de red, se ha posicionado ante la Comisión Europea en contra de Android, debido a que más de la mitad de los smartphones que se comercializan en Europa cuentan con este sistema operativo que incorpora por defecto el buscador Google. Por ello, FairSearch considera que no es neutral, al entender que los dispositivos no deberían contar con un buscador predefinido. Sin embargo, se obvia que los dispositivos con Android pueden ser modificados por el usuario y eliminar este buscador que siempre aparece por defecto.

Android - Conversia
Otro de los puntos que han originado las presiones a la UE por parte de este lobby son los parámetros de búsqueda de Google, al considerar que dedica cada vez menos espacio a los resultados que no son publicidad. Sin embargo, no son pocos los que opinan que detrás de esta reclamación existe un claro interés por parte de estas compañías por quitar a Google una parte de un pastel, el negocio de las búsquedas, que, actualmente, le pertenece casi por completo.

Diversas voces se han alzado contra las pretensiones de FairSearch. Una de ellas es la de la Fundación de Software Libre de Europa (FSFE), que, como publicó el pasado mes de agosto Eldiario.es, ha remitido una carta abierta a la Comisión Europea en la que piden que se convierta en árbitro y no favorezca un “modelo de negocio restrictivo”, que es lo que a su juicio supone la petición de FairSearch.

El presidente de esta organización, Karsten Gerloff, afirma que «el software libre es una bendición para la humanidad. La única cosa que es peligrosa es el modelo de negocio de Microsoft, irremediablemente obsoleto y restrictivo». La FSFE sospecha que la pretensión real del lobby es restringir la posición dominante del software libre, protagonizada por Android y Google, en favor de uno sujeto más restrictivo que, en su opinión, carga de “sobreprecios a administraciones y entidades públicas” y que no “supone ninguna diferencia objetiva frente a las alternativas abiertas”.

Por otra parte, están los que consideran que Android no es un sistema operativo abierto y que esto no es más que una guerra por dominar el mercado. En este sentido, indican que la estructura de Android utiliza varios códigos protegidos bajo licencia para trabajar. Por este motivo, la Fundación para el Software Libre creó Replicant, un proyecto de sistema operativo que busca sustituir todas las capas de software de Android que están protegidas o pertenecen a otras compañías ajenas a Google con líneas de código libres.