La llegada del nuevo milenio vino acompañada de una palabra mágica: “Internet”. Y con ella, todo empezó a cambiar: leyes, vocabulario, hábitos de consumo, prioridades…
La LSSI y el Comercio Electrónico
En julio de 2002 se aprobó la primera ley que regulaba el comercio electrónico en España, la conocida como LSSI-CE (Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico). Era el turno de adaptar la legislación a las directivas europeas y empezar a poner orden en un sector creciente que, sin saberlo y a pasos agigantados, transformó la forma de adquirir y vender productos.
Del eCommerce al mCommerce
El comercio electrónico ha ido estrechamente ligado a la revolución digital y si en una primera fase ya eran un número considerado los “valientes” que se atrevían a comprar productos por ordenador, con la aparición de los Smartphone las ventas se multiplicaron considerablemente. Los expertos pensaban que el llamado mCommerce había llegado para quedarse: el móvil ofrecía a los usuarios la capacidad de comprar de una forma fácil a través de aplicaciones, sin importar la localización o el momento de día.
¡Pero llegó el uCommerce!
El mCommerce ha mutado rápidamente al uCommerce, el comercio electrónico que pone al usuario en el centro de la estrategia. El diseño UX (experiencia de usuario) y el contenido personalizado han sido los factores más importantes para dar este salto. Con el uCommerce el comprador acaba siendo el eje central ya que se trata de un usuario único que comparte sus opiniones sobre las marcas y los productos en redes sociales e influye en las personas de su entorno.
¿Qué busca el usuario en el uCommerce?
Como empresa se tiene que tener en cuenta que los usuarios actuales de uCommerce piden que las marcas estén disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, que sean capaces de motivar, emocionar y generar sensaciones positivas. Los compradores buscan relaciones únicas y personalizadas, con propuestas que cumplan sus expectativas. Pero a pesar de todos estos puntos, también siguen pidiendo que las páginas o plataformas sean sencillas y útiles, y, sobre todo, que transmitan seguridad y cumplan con las normativas.
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