¿Aceptarías siempre una galleta? El diccionario de la Real Academia Española incluye hasta 14 acepciones de la palabra galleta: no es lo mismo comerte un dulce que llevarte una bofetada. Lo mismo ocurre con las cookies (galleta en inglés, pero también ficheros con datos que guardan los navegadores): no es lo mismo una cookie de preferencia que una cookie publicitaria. Y no es igual aceptarlas que rechazarlas o guardarlas que borrarlas. En este post de Conversia te damos toda la información.
¿Qué son las cookies?
Una cookie es un fichero que almacena pequeñas cantidades de datos y que guarda el navegador. Estos datos son utilizados por los servidores de las páginas webs que visita el usuario para guardar información que lo identifiquen cuando vuelva a visitarlas. De este modo, las cookies permiten individualizar un dispositivo en referencia a su navegación por Internet.
El uso de cookies requiere el consentimiento activo previo del usuario. La página web debe aclarar cuál es el propósito de la recogida de estos datos y quiénes van a ser los receptores de esta información. Existen diferentes tipos de cookies, según su duración, su propiedad o su funcionalidad, y cada una de ellas puede recoger datos diferentes. Estos pequeños archivos son fundamentales para las empresas ya que proporcionan información valiosa de cómo navegan los consumidores en Internet: páginas visitadas, tiempo transcurrido, pagos realizados, registros, qué tipo de publicidad ha consultado, fecha y hora de conexión, artículos vistos, preferencias de configuración, etc.
Lo que la mayoría de los usuarios desconocen es que la Ley de Servicios de la Sociedad de la Información y Comercio Electrónico (LSSI-CE) establece que los usuarios deben poder aceptar o rechazar la instalación de cookies en sus dispositivos, siempre de forma activa. Es decir, no son legales los mensajes que informan que la página utiliza cookies y que el simple hecho de seguir navegando implica la aceptación de las mismas. Un ejemplo sería la siguiente imagen.
Tampoco es adecuado que el botón de aceptar sea de un color más destacado y no exista el botón de rechazar. Asimismo, el hecho de que el usuario deba deshabilitar las cookies a través de las opciones de configuración que ofrece el navegador no es lo más conveniente.
Lo adecuado sería que el usuario pudiera aceptar o rechazar las cookies con el mismo tipo de botón, además de poder discriminar que tipo de fichero permite o deshabilita según los datos que recaban, así como conocer con qué terceros acaba compartiendo la información la página. En la siguiente imagen se puede ver un ejemplo de una notificación correcta de la instalación de cookies.
¿Cómo borrar las cookies del navegador?
Como hemos visto en la segunda imagen, los navegadores ofrecen la posibilidad de gestionar las cookies que hemos ido instalando en nuestros dispositivos. Tanto Google Chrome, como Mozilla Firefox, Safari, Microsoft Edge u Opera permiten borrar, habilitar o administrar las cookies. También se puede acceder rápidamente a la configuración de cookies de los navegadores con la combinación de teclas Ctrl + Mayus + Supr, o a través del menú de configuración (configuración avanzada > privacidad y seguridad > borrar datos de navegación).
Descubre más noticias sobre cookies en este blog de Conversia.
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