Hoy en día, nuestra identidad digital y nuestra privacidad dependen de las contraseñas que escogemos para protegerlas. Por comodidad, solemos elegir contraseñas cortas y comunes, como por ejemplo nuestra fecha de nacimiento, pero éstas no suelen tener la seguridad suficiente.
Datos bancarios, imágenes personales, informes médicos… todo forma parte de la red y depende, muchas veces, de una contraseña, que si nos roban nos puede costar caro. Tenemos que ser conscientes que existe esta posibilidad, por eso es conveniente proteger nuestra información digital.
A continuación te damos cinco consejos que podrían serte útiles:
En caso de ser víctima de un robo de contraseña, lo primero que tenemos que hacer es denunciarlo. Si el robo tiene relación con los datos de la tarjeta de crédito, se debe de informar al banco para que la bloquee.
Se aconseja también que el usuario se mantenga atento a los cambios que pueda detectar en sus cuentas, que cree contraseñas seguras y las cambie cada cierto tiempo.
Puedes consultar nuestro curso de gestión de seguridad de la información por el empleado , que te puede interesar.
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