Francia se ha adelantado a la Comisión Europea en actuar contra Google por una posible vulneración de su legislación en materia de protección de datos de carácter personal. La autoridad francesa en protección de datos, la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL), ha anunciado la apertura de un expediente sancionador contra el gigante norteamericano por contravenir la legislación en esta materia, ya que no ha explicado, entre otros aspectos, la finalidad que persigue al guardar los datos de un usuario que usa su motor de búsqueda.
Pese a que la legislación francesa prevé multas que pueden llegar a los 300.000 euros en caso de reincidencia, una minucia en comparación con las ganancias multimillonarias de Google, éste puede ser el primer paso de una serie de actuaciones contra el archiconocido buscador por sus políticas de privacidad en diferentes servicios como Gmail o Youtube. La autoridad francesa advirtió el pasado mes de junio a la multinacional norteamericana que modificará alguna de estas políticas, ya que podrían ser contrarias a su legislación en materia de protección de datos.
Entre los requerimientos de la CNIL a Google figuraba la petición de incluir una explicación detallada de la finalidad de guardar los datos de usuarios que navegan a través de su buscador y que delimitara el “periodo de conservación” de estos datos. Del mismo modo, solicitó al gigante informático que informase y pidiese autorización antes de instalar cookies en los terminales de los usuarios. Las cookies sirven para lograr una publicidad personalizada en función de los gustos de cada usuario, ya que estos archivos guardan las rutinas de navegación de cada internauta.
Según Francia, el funcionamiento de Google implica que el usuario no sea capaz de conocer el uso que este buscador hace de sus datos, por lo que no puede tener el control de los mismos. Por este motivo, la CNIL ha puesto en marcha un procedimiento formal de sanción, que, como señalábamos antes, puede llegar a los 300.000 euros, según la legislación francesa.
Esto tampoco ha pasado inadvertido para la Comisión Europea, que reunió a las autoridades en protección de datos de los países miembros, las cuales se pusieron de acuerdo para solicitar a Google que se ajustara a la legislación europea a través de 12 recomendaciones. De hecho, el procedimiento iniciado por la CNIL es resultado de estas reuniones de octubre de 2012 de 27 autoridades europeas de protección de datos (el conocido como G-29).
Y es que la nueva política de privacidad de Google iniciada en febrero de 2012 ha suscitado los recelos de la UE al completo. Tras Francia, es previsible que otros países miembros, entre los que se encuentra España, inicien procedimientos parecidos. Entre los aspectos más polémicos, además de la definición de las finalidades de los datos personales que recoge Google de los usuarios, está la oposición de los reguladores europeos a una explotación combinada de los datos de un usuario para los diferentes servicios del buscador.
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