El gobierno italiano ha decidido enfrentar un problema que afecta a consumidores y empresas, especialmente del sector turístico y gastronómico: las reseñas falsas en línea. Italia ha presentado un ambicioso proyecto de ley con el objetivo de regular las opiniones publicadas en plataformas digitales sobre hoteles, restaurantes y atracciones turísticas. Esta medida busca garantizar la transparencia y proteger tanto a los viajeros como a los negocios legítimos, puesto que, en los últimos años, ha proliferado un comercio ilícito que explota y se aprovecha del valor que aportan las evaluaciones públicas de los clientes.

Prohibidas las reseñas anónimas

El proyecto de ley establece que los usuarios que deseen publicar una reseña deberán verificar su identidad y demostrar que realmente visitaron el lugar en cuestión. Esta comprobación podría incluir el uso de recibos o pruebas digitales de la estancia o consumo en el establecimiento. Además, se estipula que las opiniones deben publicarse dentro de un plazo de 15 días tras la visita y contener información específica y relevante.

Una de las disposiciones más destacadas del proyecto es la prohibición de reseñas incentivadas o pagadas. Es decir, no se podrá comprar o vender reseñas, ni con pagos de dinero ni mediante incentivos o regalos. Los establecimientos que intenten manipular su reputación en línea mediante este tipo de prácticas podrían enfrentarse a sanciones severas. Asimismo, las empresas podrán solicitar la eliminación de reseñas que sean evidentemente falsas o que tengan más de dos años de antigüedad, ya que se considera que estas pierden relevancia con el tiempo.

Control y monitorización

Para supervisar la implementación de estas medidas, la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado (AGM) de Italia será la encargada de monitorear y garantizar el cumplimiento de las normas. Las plataformas digitales, por su parte, estarán obligadas a colaborar en la eliminación de contenido que no cumpla con los requisitos legales.

La propuesta ha sido bien recibida por asociaciones de consumidores y cámaras de comercio, que ven en estas regulaciones una oportunidad para restaurar la confianza en las reseñas en línea. Muchos consideran que las opiniones falsas generan un impacto negativo en la reputación de negocios que operan de manera honesta, además de distorsionar la competencia en el mercado.

Sin embargo, no han faltado las críticas. Algunos expertos y defensores de la privacidad expresan preocupación por la obligatoriedad de identificar a los usuarios, lo que podría disuadir a quienes prefieren compartir sus experiencias de forma anónima. También se teme que la complejidad de las nuevas reglas reduzca significativamente la cantidad de reseñas disponibles en plataformas populares.